11-13 semanas: ginecólogo
- Se hace una ecografía para valorar el tamaño del bebé, descartar malformaciones y medir el pliegue nucal.
- Se pregunta a la madre si desea hacerse la análitica de diagnóstico prenatal en sangre.
16-17 semanas: matrona
Se puede escuchar ya el latido cardiaco del bebé con una trompetilla y medir la altura del fondo del útero.
19-21 semanas: ginecólogo
Se hace una nueva ecografía de diagnóstico prenatal: se mide al bebé y se miran detalladamente sus órganos y extremidades para descartar malformaciones.
22-24 semanas
- Se programa la segunda analítica de rutina del embarazo. Esta incluye la prueba del azúcar para descartar una diabetes gestacional: tras extraerle sangre, la embarazada bebe un líquido azucarado y al cabo de una hora se repite la analítica.
- Si la prueba sale alterada, hay que realizar otra más completa que dura tres horas. Si el Rh es negativo, se miden los anticuerpos, y si la mamá no ha pasado la toxoplasmosis, se valora el riesgo de nuevo.
28 semanas: matrona
- Si la mujer es Rh negativo, se le suele poner una dosis de gammaglobulina.
- Se aconseja iniciar la preparación al parto si no se ha empezado ya.
- Se pide la tercera ecografía del embarazo para valorar el crecimiento del bebé, confirmar donde está la placenta y calcular la cantidad de líquido amniótico.
31-32 semanas: ginecólogo
- Se dan los volantes para la analítica del tercer trimestre, que se hará en torno a la semana 34ª. Incluye los controles habituales de bioquímica y hematología, serología de hepatitis y toxoplasmosis (si no había defensas) y analítica de coagulación.
- En muchos centros, la mujer recibe unas hojas informativas acerca de los beneficios y riesgos de la epidural, y a veces también sobre el parto y lalactancia.
35-38 semanas: ginecólogo
- Se valoran los resultados de los análisis. Si hay anemia, bastante común en esta etapa, se receta hierro.
- A partir de la semana 34ª se realiza un cultivo vaginal y rectal para descartar que la embarazada tenga el estreptococo agalactiae, un germen que puede producir infección al bebé. La muestra se toma con una torunda de algodón en la vagina y en el ano. Si da positivo, se pondrá antibiótico a la mujer durante el parto.
- Si la placenta estaba baja, es necesario hacer una ecografía para comprobar que no tapa el cuello del útero.
- Se valora, por exploración o por ecografía, la posición del bebé.
- Se aclaran las dudas de cara al parto y se informa sobre la lactancia materna.
Desde la semana 40ª a la 42ª
- Se realizan monitores fetales, una vez por semana, con un aparato que registra el latido cardiaco del bebé y las contracciones del útero, mediante unas correas que se atan alrededor de la tripa de la madre. La prueba dura de 20 a 30 minutos.
- Desde la semana 41ª de gestación el control es más frecuente. A veces se realiza un perfil biofísico (ecografía con control de movimientos y tono del bebé, cantidad de líquido amniótico...).
- En la semana 42ª se suele inducir el parto si no se desencadena solo.